18/08/19
Para curar el mal de Alzheimer, deshacer el envejecimiento
La moderna biotecnología está considerando las enfermedades relativas al envejecimiento — como el mal de Alzheimer — la fase final del propio envejecimiento
Durante los siglos XIX y XX, la medicina tuvo un éxito espectacular contra las enfermedades infecciosas. Con vacunas, antibióticos y saneamiento básico, entre otros factores, redujo drásticamente la mortalidad infantil y extendió la expectativa de vida de la humanidad de forma acentuada. Sin embargo, desde el final del siglo XX, cuando las principales causas de muerte en los países más desarrollados pasaron a concentrarse en las enfermedades relativas al envejecimiento, como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y el mal de Alzheimer, la medicina redujo mucho la velocidad de su avance, en parte debido a que intentó tratar esas enfermedades como trataba las enfermedades infecciosas. Sin embargo, eso cambió. Los laboratorios y empresas de biotecnología de punta actuales se dieron cuenta de que el envejecimiento y las enfermedades relativas al envejecimiento son etapas distintas del mismo proceso, y es él que debe ser revertido para que se curen esas enfermedades.
De esta forma, el mal de Alzheimer no es algo que simplemente uno "se agarra", sino la fase final de un largo proceso de acumulación de daños celulares y moleculares, que empieza mucho antes de que una persona manifieste los síntomas del mal de Alzheimer. Para deshacer estos daños, fueron desarrollados a lo largo de las últimas décadas diversos tratamientos que consiguieron recientemente deshacer uno de los daños involucrados en el mal de Alzheimer — la acumulación de un tipo específico de material extracelular implicado en la enfermedad. Sin embargo, otros factores que causan el mal de Alzheimer, como la acumulación de determinados agregados intracelulares, todavía no pueden ser deshechos por los tratamientos actuales, y por eso la enfermedad todavía no tiene cura. Pero implementándose la estrategia de reparación de daños, especialmente con el avance de las técnicas para eliminación de materiales resistentes intracelulares y de las células senescentes, hay considerables perspectivas de reversión del mal de Alzheimer en las próximas dos décadas.
Estas tecnologías de reparación de daños no van a curar las enfermedades relativas al envejecimiento manteniendo a la persona envejecida, sino rejuveneciéndola, porque su mecanismo de acción será justamente reducir la cantidad de daños celulares y moleculares acumulados, hasta un punto en que el cuerpo pueda tolerarlos sin que sea afectado considerablemente su funcionamiento, o sea, hasta el punto en que, durante el proceso de envejecimiento, la persona todavía no presentaba los síntomas de las enfermedades relativas al envejecimiento. De esta manera, la medicina está a punto de dar un gran salto en el siglo XXI, deshaciendo el envejecimiento y sus enfermedades asociadas, como el mal de Alzheimer.
Nicolas Chernavsky es periodista formado en la Universidad de São Paulo y traductor y editor de libros de biotecnología.